Hay determinados conflictos que uno no tiene capacidad para solucionar solo y al igual que cuando tienes un problema dental acudes al dentista, cuando los problemas tienen que ver con el estado de ánimo hay que ir a terapia. Las personas tenemos capacidad para el cambio puesto que estamos en un constante aprendizaje solo es cuestión de revisar como es el camino que estoy haciendo y hacia dónde quiero ir. Se trata de mirar hacia delante para ver lo que puedes hacer y no hacia atrás a lo que no puedes cambiar.

El sufrimiento y el dolor te dejan indefenso ante el mundo, te agotan al comprobar que tus recursos personales ya no son válidos para afrontar esos problemas y necesitas tener otra perspectiva que te encamine a la solución.

La terapia es una invitación a hacer las cosas de manera diferente a lo que has probado hasta ahora, modificar el discurso con el que te hablas a ti mism@ hará que la visión que tienes del conflicto también cambie.